Sueños de vuelo
Inspirado en Andrés
Quiroga, jugador de JJ Urquiza
Desde lo más profundo del club Beltrán, donde las leyendas dicen que la pelota es el divino tesoro del jugador de fútbol, salió a la luz un niño hipnotizado por un OVRNI (objeto valioso y redondo, no identificado). Montado en su caballo imaginario, apareció en escena por las calles de Villa Bosh, ese muchacho que cuando lo necesitaban, se vestía de azul y blanco para dejar tirado a todo aquel que no llevaba esos colores. Sus gambetas como puñaladas, sus remates como bombas de tiempo capaces de destruir el temperamento rival en un efímero instante, maniobras vertiginosas vistas sólo por los defensores, toques rápidos y directos al abismo de la inspiración, cabezazos certeros a la ilusión de las personas que lo querían ver triunfar.
Claro, todo eso había que verlo, localizarlo ante la competencia, callarlo para que la magia no sea descubierta. Durante años fue rechazado por empresas de jugadores como EL VIEJO SOL S.A. o PLANETA FANTASIA PRODUCCIONES. Él necesitaba conocer que los elogios, la adoración desmedida, la palabra vacía, no estaban a la altura de sus sueños. Finalmente, en su constante y eterna búsqueda por ser un héroe futbolístico, se sumó a la prestigiosa empresa PLANETA FANTASIA PRODUCCIONES (fundada en LOS NOGALES City), que luego fundiría junto al Mago Dalia, el Tornado Castello y otros fracasos del deporte. Luego conoció el paraíso de los amagues, entendió que los goles son un puñado de improvisaciones permanentes, aprendió a divertirse con una responsabilidad, entendió que el fútbol no es jugar a la pelota y que jugar a la pelota está adentro del fútbol.
Líder cuando se lo necesita, personaje secundario para ocultar el orgullo soberbio de todo poderoso, despertó el interés de JEI JEI URQUIZA (más conocido como JJ). Así, su traje cambió el color blanco por el celeste. Quizá, una premonición de alguien que quiere tocar el cielo con sus pies. Con esfuerzo y dedicación, consiguió que su nombre no sea uno más dentro de la infinidad de jugadores que dan vueltas en su propio destino. Tentado por intermediarios de ALMAGRO, entendió que su futuro dependía de su personalidad y no del valor de un club. Sí, le queda mucho camino por recorrer. El vuelo hacia su gloria personal recién empieza. Tal vez su sueño final esté demasiado lejos. Pero las metas cumplidas son un alivio para su ansiedad. Porque él sabe lo que quiere…
No me compres, si no posees con que pagarme.
No me describas, si tu visión no llega a mi corazón.
No me toques, si no te quedarás conmigo.
No me escuches, si no crees en lo que pienso.
No me acaricies, si tus manos tocaron miles de hombres sin
precio.
No me elijas, ya que yo no soy una opción para tus
emociones.
No me busques si al encontrarme cambiarás tu
personalidad.
No me destruyas, mis sueños e ilusiones serán una defensa
impenetrable.
No me mientas, mis reacciones serán el contraataque
perfecto.
No me descuides, mi lamentable soledad ya se ha
acostumbrado.
No me ataques, tus golpes quedarán en el olvido y estas
palabras jamás llegarán a tus manos.
Quería
encontrarse cuando la encontré,
buscaba
sostenerse para no caer,
cazaba
incertidumbres para no aburrirse,
mientras
ella esperaba… no sabía irse.
La
espera se hizo eterna y ella preguntaba:
Dónde
estaba el destino que no la escuchaba.
Sus
sueños se instalaban en caminos ciegos,
podés
creer de nuevo, la vida es un juego.
Flor
de papel, que se puede romper,
por
no intentar escribir su historia.
Flor
de papel, no te dejes vencer,
no te
enredes con espinas rotas.
Flor
de papel, ahora vas a entender,
que
en tu jardín ya crecerán las rosas.
Pensaba
que su suerte se iba diluyendo,
nadó
entre ilusiones, se ahogó en sus miedos.
Era
una margarita y se preguntaba,
me
quiere o no me quiere, nadie contestaba.
Miró
hacia adelante, olvidó reproches,
ya es
protagonista de sus propias noches,
pintó
una media vuelta y cuenta otros cuentos,
quería
encontrarse, se perdió en desiertos.
Flor
de papel, que se puede romper,
por
no intentar escribir su historia.
Flor
de papel, no te dejes vencer,
no te
enredes con espinas rotas.
Flor
de papel, ahora vas a entender,
que
en tu jardín ya crecerán las rosas.
Y
despliega su inocencia, se derrite en su paciencia,
esperando
atreverse a volar…
Flor
de papel, que se puede romper,
por
no intentar escribir su historia.
Flor
de papel, no te dejes vencer,
no te
enredes con espinas rotas.
Flor
de papel, ahora vas a entender,
que
en tu jardín ya crecerán las rosas.
© Diego Saiz